Villa Argentina tuvo el peor final para un impresionante campaña en el Torneo Clausura de nuestra Liga Bellvillense perdió 3 – 1 con Progreso de Noetinger con un gol sobre el final, Mariano Quinteros respondió de la peor manera (debido al nerviosismo del partido) ante una cargada del técnico local, Cristian Paulucci y todo se salio de control incluso la guardia de infantería tuvo que entrar al campo de juego, en consecuencia el arbitro suspendió el partido a los 44 minutos del segundo tiempo.
El partido tuvo un gran nivel en cuanto a emoción deportiva ya que los dos equipos dieron todo lo que tenían para ganar el partido, jugaron fuertemente para disputar cada pelota dividida pero sobre el final del partido Progreso vio como se les escapaba la clasificación y empezó a presionar al conjunto marcosjuarense y consiguió los dos goles que los colocaron en la final de la competencia.
Nicolás Zelak, Andrés Machado y Carlos Zelarrayan anotaron para el conjunto de Progreso mientras que Lucas Rodríguez fue quien le diera el empate transitorio al conjunto visitante, hubo muchos tiros en los palos y travesaño para ambos lados por la contundencia de Progreso dio sus frutos en los minutos finales del partido.
Apenas Zelarrayan anota el tercer gol local, el director Técnico de su equipo (Cristian Paulucci) comienza a cargar a Mariano Quinteros por su pasado en San Carlos, indicándole que estaban afuera, Quinteros reacciona de la peor manera y empieza a insultar al “Director Técnico” de Progreso y hasta intenta llegar a los golpes.
Los compañeros del jugador marcosjuarense observan dicha situación, también guiados por los ánimos caldeados, van en defensa de su amigo y también los suplentes del conjunto local hacen lo mismo por el suyo y comienzan los disturbios, los rojos estaban sacados e incontrolables, tuvo que ingresar la guardia de infantería con sus palos y escudos para disolver los disturbios.
Como suele ocurrir en estos casos, lo que pasa en la cancha se contagia en la tribuna y un conjunto de simpatizantes marcosjuarenses empezaron a ocasionar disturbios y corridas afuera del estadio pero fueron corregidos por el lento accionar de la policía apostada en el lugar, realmente una negra tarde para este deporte.
Todo lo ocurrido en esta jornada es injustificable, la poca profesionalidad del Coach de Noetinger y una mas que reprobable acción de todos los integrantes del plantel de Villa Argentina colaboraron para que un gran partido, digno de una semifinal como fue este, termine en una batalla campal, añadiendo otra triste pagina a la negra historia de la violencia en el futbol.
INFO : Mauricio Barrera - mauricio_barrera@arnet.com.ar
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