El triunfo ante Mitre trajo tranquilidad. Con un rendimiento de menor a mayor desde que arrancó el certamen, Estudiantes logró una identidad de juego y, de seguir así, se perfila como uno de los candidatos al ascenso.
Dicen que los triunfos traen tranquilidad y Estudiantes puede dar prueba de ello. Lo necesitaba, lo buscó y lo consiguió. Aquellos dos tragos amargos y hasta inmerecidos –ante Sarmiento de Leones y Juniors- ya quedaron atrás. Se le ganó a Mitre y ahora el equipo de Domizi se metió de lleno en la lucha por la clasificación.
Está claro que los resultados son los que mandan y tal vez otras serían las palabras si el viernes no sumaba de tres. Pero lo hizo y esa victoria no hizo más que ratificar que el camino que viene transitando es el correcto.
Muchos son los atributos de un equipo que, a medida que transcurren las fechas, está cada vez más consolidado. De antemano se sabía que, por nombres, Estudiantes disponía probablemente del mejor plantel de la Zona 4, pero es evidente que con eso sólo no alcanza.
“Nosotros siempre generamos más opciones que el rival y eso a uno lo deja tranquilo”. Cuando el certamen recién daba sus primeros pasos, Domizi resumía con estas palabras lo que mostraba el equipo en cada presentación, algo que se mantuvo en la mayoría de los compromisos. Así las cosas, basta con hacer un breve repaso por las estadísticas para darle la derecha a los dichos del DT.
Al momento de analizar esa superioridad, es evidente que, si bien tienen su cuota de incidencia, no alcanza sólo con los nombres. Es necesaria una identidad de juego y una consolidación en cada una de las líneas, algo que el “celeste” está cumpliendo casi al pie de la letra.
Domizi sabe lo que quiere y a su vez los jugadores entienden su mensaje.
Con la paciencia a flor de piel, la imagen de un Estudiantes que nunca se desespera es una constante tanto de local como de visitante.
Desgasta al rival rotando el balón una y otra vez y espera su momento. Y cuando ese momento llega, como le ocurrió ante Mitre, no lo desaprovecha.
Ya pasaron dieciocho partidos y sólo le restan seis para el final de la fase clasificatoria. En ese interín está claro que el equipo de Domizi, por ahora segundo, debe seguir sumando porque la brecha con sus inmediatos perseguidores no es demasiada.
Por ahora la base está. Estudiantes tiene una identidad de juego y ante Mitre la desplegó casi de principio a fin. Que se repita...
INFO: DIARIO EL PUNTAL
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