En una tarde que encuadramos como una verdadera fiesta del fútbol, ATLETICO LEONES Y SARMIENTO demostraron que un clásico tan determinante se puede jugar en un marco deportivo absoluto, dejando de lado enfrentamientos bochornosos que tienden a ese manto de tragedia, que continuamente observamos en el fútbol de todos los estamentos que abarca en el orden nacional.-
En un marco que sobrepasó los 2500 espectadores, con un arbitraje excelente, Sarmiento cumplió una convincente actuación, ya que en condición de visitante no se limitó a esperar el desarrollo del juego, sino que fué a buscar resueltamente el partido, reafirmando sus méritos para aguardar la décima vuelta olímpica en el marco de La Liga Bellvillense.-
A las 18 hs. del domingo, una de las hinchadas más consustanciadas con el equipo, se fué al festejo callejero paladeando un nuevo logro que puede concretar el domingo 8 en su cancha. Pero lo importante, lo que realmente valoriza el contundente 3 a 0, justificando sus aspiraciones de campeonar, fué la forma en que enfrentó y llevó adelante el compromiso en el Estadio Fiesta Nacional del Trigo.-
Los locales complicaron el trámite hasta los 43 minutos de la etapa inicial, cuando apareció el goleador sarmientista Cristian Badaraco colocando con exactitud la pelota al palo opuesto del arquero Díaz y llegar así al término de la primera etapa con la mínima para los visitantes.-
La etapa decisiva era esperada con mucha ansiedad por la parcialidad del Atlético, que la lógica lo mandaría a buscar el empate, pero se encontró con un Sarmiento mostrando su fibra combativa, su dinámica de equipo disciplinado y metedor, su capacidad para poner en cualquier rincón de la cancha ese "algo más" que se necesita para buscar un resultado.-
Los locales crearon un par de oportunidades muy favorables para derrotar a un seguro Colombo, pero dilapidaron la definición una y otra vez. Esto permitió que Sarmiento nuevamente armara su estructura de equipo, al estilo de los viejos tiempos, de atrás para adelante, basando su solidez en la capacidad individual y colectiva de sus defensores, involucrando en el concepto a los zagueros centrales, los marcadores de punta y los mediocampistas destinados a la misión de recuperar la pelota.-
Así se llega a los 20 minutos, cuando un certero centro de Sergio Páez al corazón del área encuentra "al más bajito" pero el más "clarividente" de la cancha, Lucas Cardarelli que con una "palomita" ponía un 2 a 0 inapelable. El Atletico sintió el "golpe", se desmanteló estratégicamente en todas las líneas, los cambios no pudieron evitar un derrumbe táctico y emocional al ver trabados sus engranajes generadores del juego, armas desplegadas durante todo el torneo que lo llevó a ser el uno del certamen.-
Los locales totalmente expuestos, volvieron a sentir la eficacia ofensiva de los blanquinegros, que produjo los cambios para seguir "exprimiendo" a una desarticulada defensa, por lo que no extrañó la tercera conquista de un goleador que vino del banco, Bernardo Ciocca, estampando un 3 a 0 que era el premio jugarse por la victoria.-
Lo demostrado por el Atlético fué muy poco, no alcanzó a cubrir la tarifa mínima del nivel que lo tuvo allá en lo alto durante una buena parte del certamen, se hundió en el mar de dudas de su defensa y una alarmante falta de dinámica desde la media cancha y el paso a la ofensiva. Trabajo arduo tendrá el Técnico Natali para imprimir confianza y capacidad de reacción, sabiendo que no todo está perdido, puesto que quedan otros 90 minutos, donde debe ganar y dirimir la contienda en un tercer enfrentamiento.-
Destacaremos dos individualidades trascendentes: NAHUEL COLOMBO, el arquero suplente, serio, atento, decidido, un reemplazo excelente y alentador por su juventud, más el 10 LUCAS CARDARELLI, físico muy pequeño, que al trotecito aparentemente lento, le agrega una alucinante velocidad mental, "pintor" de un panorama distinto para Sarmiento, con apariciones geniales, participando con su golazo a decidir el pleito. Fué suplantado antes del final, muy pocos se llevan las ovaciones de su parcialidad y los aplausos del rival, unánime, respetuosa, agradecidos todos al mejor jugador de la cancha.-
POR : JUAN CARLOS LICARI
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